Se acaba el verano y comienza el balance de las vacaciones. Y es que para disfrutar de la época estival muchos chilenos se movieron de sus ciudades para aprovechar unos días de descanso. De hecho, en estos meses se realizaron cerca de 10 millones de viajes dentro del país y el 90% fueron en bus o auto recorriendo las calles y carreteras de Chile, instancia que las diversas marcas aprovecharon para promocionar sus marcas en las diferentes rutas.

 

Sin embargo, la desaceleración económica y las nuevas tecnologías han hecho que este tradicional sistema de publicidad vaya en caída. Por ejemplo, hay firmas dueñas de estos letreros que afirman tener hasta el 25% de éstos vacíos, aunque aseguran que por ser una de las formas más económicas de avisaje también han logrado traer un nuevo tipo de marcas.

 

Según Cristóbal Leiva, Gerente General de CVMark, “los avisadores normalmente son empresas que no tienen muchos recursos, o quieren estar en muchas partes. Los camineros son letreros de bajo costo e impacto, en comparación con los que se ubican dentro de la ciudad”.

 

Un aviso de este tipo puede costar entre $250 mil y $2 millones mensuales, lo que lo posiciona como uno de los más económicos de la industria y lo hace más accesible para distintos tipos de marcas. Una campaña televisiva, por ejemplo, durante los principales noticieros puede llegar a los $450 millones, según Jaime Torres, socio de Copigraf.

 

Durante este verano, el lugar más afectado por la baja de avisadores fue la Ruta 5 Norte. No obstante, hay algunas que se han salvado de esta crisis como las carreteras que pasan por los sectores de Zapallar, Pucón y Pichilemu, las que llegaron a tener una ocupación de entre 95% y 97%, ya que se caracterizan por tener publicidad de nicho.

 

Para salvar esta situación, las empresas han debido concentrarse en la creatividad e innovación, con formatos gigantes, imágenes recortadas, carteles con energía solar e incluso los que están hechos de plantas.

 

 

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