Pedro Sada Aznar, Ing. Comercial, Director Conar.

A pocos días de que se entreguen los resultados de la Prueba de Selección Universitaria (PSU), es importante que las instituciones de educación superior sean responsables y conscientes del impacto que tienen sus avisajes, ya que representan una de las razones por la que futuros alumnos escogen una institución.

 

Sin embargo, con el aumento de este tipo de publicidad en los últimos meses, es fácil detectar que muchas no inducen a una buena elección. En diciembre de 2013, por ejemplo, el SERNAC analizó los avisos de distintas instituciones de educación superior, llegando a la conclusión de que algunas no daban información sobre su acreditación y docencia, lo que infringía las normas vigentes.

 

Es por esto que, frente a un nuevo proceso de postulación y selección, los futuros alumnos reclamen su derecho a publicidad veraz y oportuna, que la información sea relevante y que ésta no induzca a error y que sea comprobable, principios fundamentales del Consejo de Autorregulación Publicitaria.

 

Si bien, las instituciones de educación superior están autorizadas a publicitar sus carreras y lugares de estudio, deben regirse por normas éticas, ya que no se trata de la entrega de un simple producto o servicio. Es por esto que Conar -a través del Código Chileno de Ética Publicitaria- ha dedicado un artículo especial para este tipo de avisos, que pueden influir fuertemente en la decisión de los futuros alumnos.

 

El Código señala que “La publicidad relacionada con la educación no puede asegurar la obtención de empleos o éxito personal al término de sus estudios, y menos aún asociar estos resultados a la sola inscripción o matrícula en cursos o carreras”. Además agrega que “la publicidad relacionadas con la educación deberá ser rigurosa al referirse a los distintos niveles o grados de enseñanza, debiendo utilizar nomenclatura autorizada en las normas oficiales que rigen la materia”. Por otra parte, señala que los avisos de enseñanza no presencial no deben confundirse con estudios que requieran asistencia personal.

Es así como las instituciones de educación superior deben tener conocimiento de las normas éticas presentadas por el conar, con el objetivo de fomentar tanto una competencia responsable como el cuidado de los intereses de los futuros alumnos.

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