La expansión del coronavirus en el planeta enfrentó al mundo entero a una situación sin precedentes, que cambió la realidad de millones de personas y trajo consigo una transformación en los hábitos diarios de muchos, así como nuevas formas de relacionamiento.

Este contexto también interpeló a muchas personas a repensar algunos aspectos sociales, colectivos e individuales, e involucró el cuestionamiento de la imagen y el cuidado de uno mismo y de los demás. Las actuales circunstancias evidenciaron la necesidad de trabajar y reforzar la autoestima y derribar los estereotipos de belleza para vivir en sociedades más sanas y sustentables.

Las exigencias sociales, el peso de la apariencia física y los ideales de belleza impuestos figuran entre las preocupaciones atemporales que inquietan a la población, y que actualmente tienen mayor difusión con las nuevas formas de comunicación.

Según la investigación uruguaya sobre autoestima en adolescentes “Me quiero, no me quiero”, realizada en 2018 por ID Retail y promovida por Dove, la autoestima es definida como el valor que cada persona le da a su concepto, entendido como lo que un individuo cree de sí mismo. Dicho concepto se encuentra transitando nuevos caminos debido a las redes sociales; hoy la popularidad se mide en cantidad de “Me gusta” en las fotos y número de seguidores.

Si bien las burlas vinculadas al físico no son algo exclusivo de la modernidad, el cyberbulling es un mal que se vive en soledad. De hecho, la mitad de las niñas y jóvenes uruguayas de 10 a 17 años que fueron víctimas de acoso no se lo contó a sus padres, de acuerdo a datos proporcionados por el estudio.

La iniciativa se enmarca en el propósito de la marca, que desde 2004 tiene como misión liberar a las futuras generaciones de estereotipos que hacen de la belleza una fuente de ansiedad, en lugar de una fuente de alegría.

Los resultados muestran un fenómeno que nos interroga a cada uno, como miembro de una sociedad responsable. Los estudios llevados a cabo por Dove y el análisis de expertos, indican que el camino del diálogo de todos los actores, padres, medios y referentes de la enseñanza, es viable y efectivo.

Con este fin, Dove desarrolla herramientas de acceso gratuito en Internet, junto a  contenidos pensados para distintos grupos de acuerdo a sus necesidades. Para los padres y madres, ha diseñado seis videos a cargo de expertos en niñez y adolescencia, junto a voceros especializados en promover una imagen corporal positiva. En tanto, para docentes y educadores ha implementado sesiones en vivo para enriquecer sus herramientas sobre autoestima aplicadas a la formación de pequeños y jóvenes. Para los más chicos, ha creado contenidos en redes sociales, en alianza con referentes a través de desafíos y videos de IGTV.

El contexto actual también dejó en evidencia las prioridades que tenemos como sociedad. En ese sentido, ha resaltado el rol heroico de los profesionales de la salud, que velan con gran compromiso por el bienestar de la población, enfrentándose sin descanso a las adversidades. Desde Dove homenajeamos y destacamos la belleza que existe en el coraje, acompañándolos con productos que cuidan su piel y comunicando un mensaje de gratitud a su labor.

Sin lugar a dudas, la pandemia del coronavirus nos invitó a profundizar y  repensar a la belleza real desatada de estereotipos inalcanzables, y vinculada a sentimientos y actos heroicos para construir un futuro mejor siendo la mejor versión de cada uno.


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