Recientemente, dos avisos publicitarios que llamaron la atención de los consumidores, fueron ampliamente criticados por inducir a engaño y por potenciar una relación que no es bien recibida por la industria publicitaria, respectivamente.

 

En el primero, un comercial creado por Procter & Gamble, se ve una rápida transformación del cabello de la actriz de Mad Men, Christina Kendricks, de pelirrojo a rubio. Fue esta simple promesa la que puso a la compañía en problemas con la Advertising Standards Authority (ASA) en el Reino Unido. ¿La razón? El comercial del producto capilar llamado Nice ‘n Easy –que también está emitiéndose en Estados Unidos- muestra a la actriz en esta transformación, mientras se le escucha decir: “Adiós, rojo, hola rubio dorado… No sé si las rubias se divierten más, pero yo planeo averiguarlo”.

 

Esta sugerente declaración encendió las alarmas entre los consumidores, quienes afirmaron que ese drástico cambio no podría conseguirse con sólo usar este producto. En tanto, la ASA interrogó a P&G sobre la filmación del spot y la compañía defendió la performance del producto, aun cuando admitió que primero habían grabado la parte “rubia” del aviso, por motivos meramente relacionados con la disponibilidad de Kendricks. En su dictamen, la ASA concluyó que, a raíz de que la secuencia en la que se cambió el pelo de la actriz no se correspondía con el aviso, se exageró la capacidad del producto. Como resultado, el comercial fue prohibido por ser considerado “engañoso y exagerado”.

 

En su defensa, Procter & Gamble declaró: “Estamos decepcionados por la medida, porque confiamos en que el cambio de color que representamos en el aviso de televisión es posible y se puede alcanzar utilizando nuestros productos. No obstante, respetamos la decisión final de la ASA y retiraremos la copia del comercial inmediatamente”.

 

El segundo caso se relaciona con Strongbow, una bebida de manzana propiedad de Heineken y cuyo comercial online también fue cuestionado por la ASA. En él se muestra una falsa ceremonia de premiación, la que incluye una categoría llamada “Best Strongbow-as-my-other-half’. El ganador, también ficticio, fue incapaz de estar presente en el acto porque tenía una cita con Strongbow, pero dejó una nota con el siguiente discurso de aceptación: “Dedico este premio a mi familia, a todas las criaturas adorables que existen, y a mi otra mitad… Yo te he amado desde el primer día que te vi. Y siempre lo haré”.

 

En esta ocasión, las quejas se centraron en dos secciones de los códigos de la ASA: la prohibición de mostrar al alcohol como un elemento indispensable o que tenga prioridad en la vida de las personas.

 

Si bien el organismo reconoce humor en el comercial, dictaminó que ambos códigos fueron violados, en especial por destacar a Strongbow como “la otra mitad” del ganador, y por el hecho de que faltó a la ceremonia porque estaba en una cita con el producto. En tanto, Heineken dijo, en su defensa, que este material fue filmado en 2011 y que buscaba ser una parodia a los discursos de aceptación de premios “y la frecuente falta de sinceridad que ellos exhiben. Nosotros todavía creemos que es muy improbable que los espectadores vayan a pensar seriamente que se está retratando a Strongbow como un elemento esencial para la vida”.​

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